Una vez que se ha decidido la aceptación de un candidato,
es necesario completar sus datos, para integrar su expediente de trabajo; entre
estos se encuentran: fotografías (muchas empresas solicitan este requisito
desde el reclutamiento del candidato), llenado de las formas, filiación
dactilográfica, etc. Es muy común pensar y/o actuar como si la contratación
fuese el punto final del proceso de selección. No hay que olvidar que la
selección implica un problema de vaticinio; el seleccionador trata de predecir
si el candidato será efectivo y si obtendrá satisfacción en el trabajo.
Entonces, urge establecer un procedimiento para no perder de vista al candidato
seleccionado, a fin de verificar si las predicciones están siendo correctas o
no para, en éste último caso, introducir los cambios correspondientes en el
proceso de selección.
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